viernes, 10 de octubre de 2008

Marditos Kabrones...

¿Cómo puede ser que después de tantos años de hincharse a ganar billetes resulta que ahora los bancos necesiten la ayuda de todos para no quebrar?

La finalidad más importante de los bancos es prestar dinero a particulares y a empresas con ideas de recuperarlo paulatinamente con unos intereses que son dinero limpio que se meten en el bolsillo sin costarles ni una gota de sudor (eso ya lo ponen los trabajadores en las horas que les cuesta trabajar por cada euro de más que se lleva el banco).

Hay otros medios nada despreciables para aumentar los beneficios bancarios, como por ejemplo el hecho de tener que pagar unos gastos de mantenimiento por tener unos servicios contratados que tal y conforme está montado el tinglado son en un gran porcentaje obligatorios. Los servicios no obligatorios ya se preocupan de endosártelos de la manera más blanda para que te los cobren periódicamente.

Pero además, y esto es lo que creo que es más grave, los bancos se meten en inversiones empresariales o de ingeniería financiera, donde las fronteras no están muy definidas, me refiero a donde realmente está lo que se puede denominar la auténtica globalización, donde no hay ningún estado que les pueda controlar, y donde el dinero fluye hacia paraísos fiscales. Aquí es donde se mueve el auténtico capitalista del siglo XXI. A este lo bautizo yo como el “Supercapitalista”. Un tipo que puede tener una residencia oficial en Florida, en Londres, en Moscú, en Tokio o en cualquier otro lugar del planeta. Pero su vida transcurre en los más variados paraísos lujosos esparcidos por todo el mundo. Realmente no es dueño de ninguna empresa, tal y como nosotros lo entendemos, es dueño de una gran cantidad de papel (que ni siquiera es eso) que sirve para transferirlo o adquirirlo en el momento oportuno (estos momentos los crean los propios supercapitalistas, los demás van a remolque) y los beneficios de la especulación sirven para seguir especulando. Parte de estos beneficios los convierten en dinero que es sacado del mercado fiduciario y desviado a esos paraísos fiscales donde corre el lujo y la juerga sin control de ningún tipo de gobierno ni de organismos internacionales (me da risa hasta de citarlos).

La consecuencia de esta falta de control a nivel internacional de estos flujos de dinero que salen del mercado normal fiduciario es que los bancos se quedan sin liquidez (sin dinero material para comprar, vender, prestar etc.). Esta situación hace más sensible a los bancos cuando hay personas o empresas que dejan de pagar sus deudas, ya que eso significa que el banco deja de recibir dinero líquido. Por lo empiezan a cerrar el grifo en la concesión de préstamos y pólizas a sus clientes. Estos clientes, que el grueso principal son las empresas y que son las que suelen dar trabajo al ciudadano de a pie (consumidor) empiezan a tener problemas. Tienen que abrocharse el cinturón en forma de amoldar su producción a la nueva situación financiera, esto se traduce en la producción de mercancías más caras, que por supuesto salen al mercado a precios más altos. Estos precios suponen menos venta, menos venta supone menos producción, y menos producción supone menos trabajo. Menos trabajo supone más desempleo. Más desempleo supone más hipotecas y más deudas sin pagar al banco. El banco con esto cierra más el grifo y da menos préstamos y pólizas. Y vuelta a empezar. Hemos entrado en un círculo vicioso.

Y esta es mi hipótesis sobre la actual crisis así que me gustaría saber que pensáis sobre esto, seguro que hay errores en lo que he expuesto pero ya me gustaría a mí que me los aclarara alguien.

4 comentarios:

Pejiguera dijo...

Mientras la gente se anima a dejar comentarios, vamos a tener que hacerlo nosotros, por darle vidilla al tema.

La finalidad básica de los bancos, al menos en un principio, es la de ser depositarios de los ahorros de los ciudadanos para que éstos estén más seguros y puedan, al mismo tiempo, dar un servicio a la comunidad en forma de créditos a empresas y a otros ciudadanos. La diferencia entre el interés que se da a unos y el que se cobra a otros, es el beneficio, del cual hay que deducir los gastos (pagarle a los empleados, alquileres de locales, publicidad, etc.) Como el interés que "se da" ha pasado a tener signo negativo, es decir, que le pagamos a alguien para que especule con nuestros ahorros, el que se cobra lo fijan ellos (por mucho que algunos piensen que lo hace el BCE), y han ido reduciendo gastos a base de pre-jubilar a cientos y cientos de empleados de 1ª y de conseguir que sus clientes hagan el trabajo de muchos otros, resulta que cada vez el beneficio es mayor, y no se cortan de anunciarlo a bombo y platillo. El ciudadano de a pie (yo mismo), no entiende que entidades que hace dos días han salido anunciando beneficios con tantos ceros que cuesta imaginarlos, ahora vengan llorando e implorando misericordia porque no tienen liquidez. No entiendo mucho de economía, pero creo que no hace falta ser un experto para darse cuenta de que hay mucho sirvengüenza suelto por ahí, viviendo como rajás a costa de los pequeños ahorros de una parte de los currantes, y de los intereses con que sangran a la otra.

Anónimo dijo...

Que razón tienes Faelo...
Estos días tenemos que observar como los psicópatas del mercado neo-liberal desarrollan una especie de "socialismo desde arriba", esto es, sus valores y empresas han pifiado (por falta de neuronas)pero siempre les queda el Papa Estado( al que intentan erradicar como tal, manteniendo solo las constantes vitales: Dame pasta que soy una empresa que representa los valores "patrios".) Con esta tesitura, el estado mete liquidez al agua, usease Bancos.
Puag¡¡.
Propongo una solución: Porqué no paliar o eliminar las hipotecas de familias que no pueden pagarlas, lo que inevitablemente dotaría de liquidez a los bancos?. Todo esto, con un control eficaz del Estado. No se trataría de pagar la finca al "apañao", sino sacar de verdadero apuro a miles deudores. Todo ello, controlado y fiscalizado.

Anónimo dijo...

Por cierto peji. Veo como amplias tu difusión por el ciberespacio. Vamos que estas hasta en la sopa. No, es broma. Me alegro mucho de poder leeros a tí y a tus compañeros de viaje. Da la sensación que todavía hay gente con la que se puede contar. Es un poco el "síndrome del madrileño", esto es, levantarse todos los días sabiendo que la golpista Esperanzita sigue derrumbando el estado a golpe de Euro.

Anónimo dijo...

Por cierto, donde digo Faelo, quiero decir Leusipo, Faelo y Pejiguera.